La historia de la hija no reconocida de Pelé que falleció en 2006

El centro médico donde están atendiendo al deportista reveló que Edson está muy delicado por su cáncer de colon y por problemas respiratorios. Los familiares se han acercado para acompañarlo en la dura situación y Brasil y el resto del mundo deportivo están a la expectativa sobre lo que pueda ocurrir en las próximas semanas.

Lo preocupante es que parece que sus hijos, amigos y familiares se están despidiendo. Es muy crítico el estado y los clubes lo saben, por eso están preparando una camiseta en su honor, en caso de que en los próximos días el mítico jugador fallezca.

¿Quién es la hija no reconocida de Pelé?

Resulta que volvieron a salir unas declaraciones de Sonia Abrão, una periodista de Brasil, quien, según ella, el futbolista cosechó lo que sembró y por eso está viviendo una muerte dura.

Por alguna razón, Sonia lo ve como un ser cruel, porque según ella obró mal cuando dejó a su hija, Sandra Regina Arantes do Nascimento a su suerte. Sandra fue la hija que tuvo Pelé con Anisia Machado, una mujer que trabajaba como empleada doméstica en su casa y la de su familia.

La situación se convirtió en polémica porque Pelé no quiso reconocerla hasta que la Justicia lo obligó a realizarse pruebas genéticas, que salieron positivas y está fue la única manera en que la pudo reconocer.

Para 1991, Pelé tuvo que hacer un proceso judicial, que de hecho le tomó 10 años, para cumplir en adelante con sus obligaciones como padre. En ese sentido, para la periodista, su actuar fue imperdonable, pues no reconoció nunca a la joven como su familia,

Sandra Regina fue pastora evangélica y estuvo en la política como concejal de Santos, su ciudad natal. Para el 2005 le dio cáncer de mama y falleció luego de una metástasis, con 42 años, en el año 2006.

El caso fue relevante porque Abrão trató a Pelé duramente y le dijo públicamente que era cruel y que tenía un corazón de piedra.

“No quiero que le pasen esas cosas a ningún ser humano, respeto y lamento eso. Pero su hija, que estaba en los últimos días de vida por un cáncer agresivo, ella no pidió ver a su padre, solo quería hablar con él por lo menos por una llamada telefónica, y él le negó esa oportunidad; entonces no puedo conmoverme con su sufrimiento”, dijo Sandra Abrão en aquel momento.